jueves, mayo 18, 2006

Abre los ojos...


Entonces me detengo por un segundo y obsero. Observar a veces es bueno. Donde esté, siempre me doy el tiempo para mirar en profundidad lo que está a mi alrededor. Abro los ojos, pero bien abiertos y me cuestiono el por qué de la vida.
No es que me esté volviendo loca, aunque generalmente se cree que analizar más allá de lo común las cosas, genera una entropía enorme. Por ejemplo vivimos en un mundo "real" para nosotros, pero ¿es real la realidad?
Tranquilidad, sólo es una pregunta. Puedo afirmar que estoy sometida dentro de un sistema que nos reprime como personas. Lamentablemente si quisiera escapar de éste, entraría a otro que seguramente me impondría leyes y normas para articular mi vida cotidiana. Es cierto, aunque no lo crean, en ningún momento somos libres.
Me levanto en la mañana y sé que tengo que ir a clases para sacar una profesión, pues mi fin es ser alguien en la vida, cumplir un rol dentro de una sociedad, para adquirir poder, porque es la manera cómo puedo sobrevivir, porque así ganaré dinero y podré pagar el costo de la vida.
Sin más vueltas, no existe la individualidad ni, menos, la libre expresión. Estamos constantemente siendo influídos por los que tienen el poder, por estas grandes instituciones que nos manejan como códigos, porque somos miles, porque somos manejables.
Pero ¿qué saco con analizar todo esto? Vivo rodeada de personas que al igual que yo deben cumplir, si no es así, simplemente te sancionan.
Estamos sometidos a un sistema, nos imponen órdenes y las cumplimos. Buscamos un sentido a la vida, porque o si no ¿para qué vivir?