viernes, diciembre 16, 2005

Amistad: el amor perfecto...

No sé cuántas veces me he cambiado de ciudad. Tampoco sé a cuánta gente he conocido y he dejado atrás. Lo que sí sé es que mi último traslado dejó parte de mi cuerpo en un lugar donde lo "comido y lo bailado" no me lo quita nadie...
Adaptarse a un lugar donde todo es nuevo para tí no es fácil, siempre te hace falta algo, hasta lo más mínimo y material. Es como empezar a recorrer un camino que a lo lejos se ve vacío, porque en realidad no sabes con lo que te vas a encontrar ni con quién te tocará compartir lo que descubres.
"Dale tiempo al tiempo" puede sonar como repetitivo e incluso incoherente, pero sí que esta frase tiene razón. Caminando con tranquilidad por ese camino, creo haber encontrado a personas maravillosas que me acompañaron en él. Cada una se refleja en alguien que ya he conocido en el pasado, cada una con una personalidad distinta, con un aporte más a mi vida. Sólo porque existen, han dejado un legado en mi corazón, quizás esa es la razón por la que puse mis manos en el teclado y comencé a escribir.
Pocas veces he sentido amor de pareja, que sean pocas, las hace especiales. Pero siempre me he visto rodeada de amigos, es verdad, no me faltan, y cuando me faltan, me siento sola, realmente sola.
Dicen que existen varios tipos de amor, palabra que sólo al escucharla te vincula con alguien o más de alguien. En este momento siento que amo. Amo ese instinto que desde un comienzo quiso acercarnos a todos por separados para poder formar algo en común; una amistad.
De los lugares en los que he estado, me llevo lo que más cercano que siento a mí, lo que al dejar me produjo nostalgia, lo que estuvo al lado mío durante todo mi paso por esa etapa que es sólo parte de uno de los trayectos más largos; mi vida.
Comienzo un nuevo rumbo y siento que me falta la mitad de mi corazón, porque la otra está aquí conmigo, llena de recuerdos y sentimientos...
Amistad: dícese de la palabra que siente cada una de las personas que constituyen un grupo específico en común, que con sólo compartir se complementan entre sí, tanto que, incluso, son capaces de generar en otro individuo una sensación extraña al momento de alejarse, incentivándolo a partir su corazón en dos, para que al momento de estar lejos, tenga un punto de referencia y así volver a ellos...